martes, 28 de julio de 2015

Las Rosas de Juan: Pasión [Cap. 5]

Esta mañana Juan se despertó bruscamente al escuchar un gran ruido de camiones circulando por el barrio, al ver por la ventana pudo observar a su amada llegando a casa con muchos muebles, cajas, entre otros objetos de mudanza. Bajó rápidamente las escaleras plantó la semilla con apuro y salió en busca de su querida Nora.
-Hola, necesitas ayuda? -Preguntó Juan acelerado.
-No, gracias. -Respondió esta señora.
-Cualquier cosa estoy donde siempre.-Agregó aquel anciano.
Se sentía rechazado pero no del todo, después de todo ninguna persona convencional corre a ayudar a otra a las 5 de la mañana. Abrió la florería y comenzó a leer el diario, como casi todos los días al pasar unas horas no vendría nadie, pero este seria diferente ya que quien cruzó la puerta era la nueva vecina.
-Que tal? -Dijo esta joven carismática. -Lindas flores.
-Bien, algo que le llame la atención llevar? -Preguntó Juan algo sorprendido.
-Eh estas flores cuanto cuestan? -Agregó la mujer.
-$20 -Contestó el anciano.-Las llevas?
-Si, son muy lindas. Además quedaran lindas sobre mi cabello.-Dijo la chica, mientras pagaba.
Dijo adiós y salio. Nuestro anciano comenzó a pensar nuevamente en Nora. Esta vez fue ella quien llegaría sin avisar, su coche estacionó justo en la entrada. La hermosa dama bajó y entró dentro del solar.
-Hola.-Dijo Nora.
-Hola.-Agregó Juan.
-Vengo por algunas flores, detesto las casas sin vida.-Contestó la señora.
-Que es lo que buscas principalmente, algún color, una flor.-Preguntó el anciano.
Nora se acercó a la maceta que contenía la rosa y agregó:
-Nose que planta este allí pero algo me llama la atención, así que me la llevo.
Juan entro en una gran discusión interna, Le debía dar la rosa o ver el resultado de su experimento? No lo sabia es por eso que se quedó mudo.
-Si o no? -Agregó la hermosa mujer.
El anciano se acercó a la maceta y la llevó a la caja. De la nada un ruido se escucha dentro de la maceta, era como un vidrio rompiéndose. Al mismo tiempo la rosa  pegó un estirón y floreció casi por arte de magia entre ambos individuos. Una atracción invadió el ambiente, ambos seres estaban siendo manipulados por la hermosura de esa flor. Sus labios secos y ásperos se rosaron, se besaron y bailaron sus lenguas. Si, si todo muy asqueroso pero devo contarlo. La fina dama se vio vuelta una vulgar jovencita justo como en los viejos tiempos. Tomó el dinero y salió sin decir nada. Juan quedo impactado.
Supo que la rosa volvió a ser causante de sus actos, solo que en este caso actuó sobre dos personas. Al finalizar el día unió el rojo con el Amor.

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