Se sentó en el sillón y se quedó dormido. Cerca de la tarde despertó, desorientado. Tenia miedo de estar solo, el silencio lo comía. Juan odia el silencio dice que así se siente estar muerto y por eso lo evita. La casa estaba perfecta, nada que hacer. La florería intacta, sin ningún rasguño. Cuando decidió salir a buscar personas una gran tormenta se desató, impidiéndole salir. De pronto se volvió loco, pensaba que había muerto, la duda lo estaba estresando.
Al pasar unas horas más la flor creció dejando ver así una rosa color gris, era completamente exótica. Ahí se dio cuenta de que estaba vivo, ya que la flor tenia vida. Comparó la flor con el comienzo del día aburrido, tomo la caja y unió la flor gris con la palabra aburrimiento.
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