Ojos Violetas. Cap. 7: Cesped

A la mañana siguiente me comunicaron que volvería a formar parte de los reclusos normales, por lo que me enviaron a una celda, pero por precaución no tenia compañero. Un policía muy gentil me llevo a mi nuevo cuarto. Cuando llegamos el dijo -Tu eres el putito de la cárcel no? Yo lo mire a los ojos y le conteste -Si, por que? El se quedo unos segundos en silencio hasta que agregó -Uno de los presos de la cárcel para mayores me dijo que quería tener sexo con algo, y otros quieren a alguien capas de vaciar sus testículos. Así que, crees que tu podrías hacer eso? Yo simplemente no sabia como pero las puertas a la libertad estaban mas cercas de lo planeado. -Si, supongo. Conteste bastante feliz. -Bien entonces acompáñame. Yo simplemente lo seguí a la cárcel vecina. Una vez dentro me entregó una caja de preservativos y agregó -Si alguno no quiere ponérselo simplemente sigue con otro. Me dirigí a las celdas, estas eran diferentes a las nuestras, aquí había una puerta y un pequeño como buzón para cartas. Yo me acerque a la primera puerta, golpee y un sujeto bastante ''enojado''. -Hola, vengo a ''satisfacer tus necesidades. Le dije mientras miraba el vidrio. -Ah, ya era hora, tengo los testículos como dos piedras. Yo me baje los pantalones, el saco su pene y lo paso por el buzón. Yo le coloque el preservativo en su excitado miembro, y lentamente lo fui introduciendo en mi ano, gritaba, gemía. Así pasaron uno, dos, tres, mucho mas presos. Cuando termine, tenia el ano inflamado.
Después de haber echo todos los que pude, me llevaron al patio. Allí me acerque a Erik, y le comunique lo que iba a hacer. Cuando el guardia me llevo a la otra cárcel, le saque las llaves para poder abrir la puerta que comunica ambos patios. Me coloque de espaldas contra la reja que separaba ambos tipos, con lo que mantuve relaciones comenzaron a acercarse y les dije -Ahora abriré la puerta y quiero que ustedes vallan donde esta el árbol y lo desalojen. Tome las llaves y abrí la puerta ellos salieron corriendo hacia el árbol. Los chicos que estaban allí tirados se levantaron pero fueron atacados por mis ''soldados''. Al pasar unos minutos los guardias llegaron pero cerré la puerta y solo quedaron los ''jefes'' en el suelo. Terminamos sentados en el suelo, sintiendo el césped y respirando aire puro. Erik estaba muy feliz me lo agradeció mucho.
Comencé siendo el ''nuevo'' y me iré de aquí como el ''Rey''. En un par de días la cárcel sera mía.