sábado, 10 de enero de 2015

El Diario de Angel. Cap. 1: Adopcion

Mi nombre es Camila y tengo 11 años. Vivo en un barrio tranquilo con mis padres y mi hermano mayor. Mis padres siempre quisieron un hijo mas, pero por la infertilidad de mi madre no pudieron tener mas. Nuestra casa es bastante grande dos pisos, 4 habitaciones, 2 baños, 2 comedores, un living. 2 patios. Bastante acogedora. No somos ricos, pero el dinero no falta. Como mi mamá Natalia era infertil, mis papas decidieron adoptar. A mi me gusto la idea, así que los acompañe.
Cuando llegamos era un desastre con niños por doquier, todo jugando o generando desastre. Me asuste un poco. Pero entre todos esos chicos a mis padres uno les llamo la atención. Era un chico que a diferencia de los demás estaba sentado y tenia un gato blanco enfrente de el. Javier, mi padre se le acerco. No escuche lo que le dijeron. Pero el se levanto y siguió a Javi, este también seguido por el gato. Ambos se encontraron con nosotras. -Hola. Dijo mi madre educadamente. -Hola dijo el chico con un tono algo especial. -Quédate acá, vamos a hablar con la asistente no te pierdas. Dijo mi papá.
Entre con mis padres a la habitación donde estaba la asistente. La señora estaba feliz de que ese chico se vaya. -Como es su comportamiento. Pregunto mi madre. -Con nosotros es muy bueno, no es de hablar mucho pero cuando lo hace, lo hace de forma muy educada. Respondió la mujer. Solo hay un detalle. agregó. Ese gato que tiene lo sigue a todas partes, cuando entra al baño el gato se queda en la puerta observando al resto. A mi madre pareció no importarle mucho. Mi papa pregunto -Cuantos años tiene? parece algo grande. -14, respondió. Yo mientras tanto lo observaba por la ventana y note algo raro en su brazo derecho, es como si lo ocultara. En ese momento en el que lo miraba el gato volteo a verme. Me asusto un poco. Derrepente interrumpo la conversación y pregunto. -Que pasa con esa muñequera que tiene en el brazo. La señora algo alarmada responde. -No lo se nunca se la quita, una vez trate de quitársela mientras dormía, pero el gato lo despertó, y reacciono de forma negativa o evasiva. Mis padres se miraron y dijeron lo queremos.
Fuimos a informarle que venia con nosotros y el chico dijo -El gato viene conmigo ¿no? -Si dijo mi padre. Subimos todos al auto, en ese entonces pude fijarme mas en el. Era alto, con pelo color negro, ojos celestes, piel blanca y unas facciones bastantes favorables, reduciendo, era lindo. Su gato llamo mas mi atención, al parecer era hembra, era una gata blanca, con ojos celestes, flaca en buen sentido, y algo intimidante. No se dijo una palabra en todo el viaje.

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