Cuando desperté, me mire al espejo. Parecía una loca y cuando mire el reloj, era demasiado tarde para prepararme. Tenia que desayunar e irme. Tome un espejo de mi cajón y salí. Me senté y me peinaba con el espejo en mi rostro. Cuando la gata pasa por detrás y sale corriendo. Me llamo la atención, nadie hacia algo raro.
Cuando volví y deje la mochila en el suelo. La gata se acerco lentamente a mi mochila, tomó el espejo con la boca y lo arrojo contra la pared. Me llamo demasiado la atención, porque no le huía sino que trataba de eliminarlos. Pensé en una trampa, para ponerla enfrente de uno. Ella si se reflejaba recuerdo que la vi por el espejo de mano. La duda era el ¿por que no quería uno cerca?
Decidí ver que sucedía, empece con el mejor método posible. Angel.
Me acerque a el en el living. -Angel, tu gata tiene algo en contra de los espejos. -No, que yo sepa. Por? -Porque hoy la vi algo extraña con mi espejo. -No lo se, nunca se comporto de forma extraña. Es mas, a mi me gusta mucho jugar con espejos. No conseguí nada con esa charla, tenia que hacerlo por la forma difícil. La gata estaba durmiendo en un escalón. Me acerque y pise su cola. Cuando ella salio desaforadamente corriendo, entre en mi cuarto, donde había preparado un conjunto bastante grande de espejos. Cuando entró, cerré la puerta. Ella se altero con todos esos espejos. -Que pasa angela, te dan miedo? Le dije de forma intimidante. Ella se sentó enfrente de uno, y una figura salio del espejo. Era color negro, pero era lizo como una sombra. Se acerco a la gata y la levanto en su cabeza. La gata colocó una pata sobre su frente y el extraño ser. Comenzó a perseguirme. Corría de un lado a otro, sin salida hasta que coloque un espejo en mi espalda. El ser, entró dentro del espejo y desapareció. Fue extraño. No sabia que era eso, tampoco lo que podía hacer. La gata salio por una ventana. No la volví a ver en todo lo que quedaba del día.
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