Abrimos la puerta que se encontraba en ese cuarto. Este nos llevaba a unas escaleras. Mientras subíamos un ruido de un jarrón roto o un vidrio se escucho. Al subir había un pasillo bastante largo y ancho. Yo iba primero que todos. Un vidrio estalló y un horrible monstruo saltó a mi. El gato negro se puso enfrente y el ser había desaparecido. -Necesitabas mi ayuda, y yo te la brinde. Dijo el gato. -Gracias! Le conteste. El gato se acerco a mis oídos y me dijo -Vuelve tu solo al cuarto de la estatua, encontraras un pasadizo este te ayudara a saber un poco mas. Solo ve tu, el resto morirá si lo hace. Yo volví al cuarto. Nadie dijo nada. Encontré ese pasadizo, dentro de el había un diario de la bruja este decía ''Esta enfermedad me impedía salir afuera. Por su culpa nadie me quería.''
Volví con los chicos, nadie sospecho nada. Entramos al cuarto al final del pasillo. Había unas mesas con unas muñecas sobre algunas de ellas. Los colores estaban mal así que los re ordenamos. Colocamos la muñeca roja con la mesa color roja, la verde en la verde y la azul sobre la azul. Encontramos un hermoso jardín. Había una banca y el gato estaba sentado allí. -Buenas. dijo el gato. Parece que hemos llegado al punto mas alto. Agregó. Había rosas artificiales, unas hermosas flores blancas y un árbol. -Que tenga un buen día. Dijo la flor al vernos pasar.
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